Descripción
El propionato de testosterona se utiliza en el tratamiento del déficit androgénico tras la castración, eunquismo, impotencia de origen hormonal, signos de clímax masculino (disminución de la libido y la actividad física e intelectual) en la acromegalia, en la hipertrofia prostática en sus primeras etapas, osteoporosis causada por insuficiencia androgénica.
En mujeres, el propionato de testosterona se utiliza para tratar trastornos vasculares y nerviosos climactericos, cuando se usan preparados contra el estrógeno (cáncer de ovario y mama, sangrado uterino) conjuntamente con radioterapia en cáncer de mama y ovario (usualmente en mujeres menores de 60 años) en mujeres con sangrado uterino disfuncional mayores de 45 años.
Contraindicaciones:
Personas con hipersensibilidad al propionato de testosterona y sus componentes, con problemas relacionados con la próstata o quizás cáncer de mama, hipertrofia prostática con síntomas de problemas urinarios, síndrome nefrótico o incluso el período nefrótico asociado con nefritis, edema, hipercalcemia, disfunción hepática, diabetes mellitus y enfermedades coronarias, infarto de miocardio con antecedentes, aterosclerosis en hombres mayores, embarazo, lactancia no deben usar propionato de testosterona.
Administración:
El Test-Propionato solo puede ser administrado por inyección intramuscular, en el músculo glúteo. El ciclo de dosificación se ajusta individualmente según la enfermedad, el sexo, la edad y el resultado clínico.
La dosis más óptima para administrar es de 50 mg aumentada hasta 100 mg, diaria o cada dos días. La dosis total semanal estará en el rango de 300-700 mg.
Acción médica:
La testosterona es la principal hormona androgénica producida por los testículos. La testosterona es responsable del desarrollo de los órganos sexuales masculinos y de las características sexuales secundarias (desarrollo de la próstata, vesículas seminales, pene y escroto), distribución del vello corporal masculino (cara, hueso púbico, pecho), desarrollo de los músculos laríngeos y distribución del peso corporal. Mantiene el equilibrio de sodio, potasio y fósforo, aumenta el metabolismo anabólico de las proteínas y reduce el catabolismo. Aumenta las concentraciones plasmáticas, en la etapa prepuberal provoca un crecimiento detenido y el cierre epifisario. El propionato de testosterona promueve la producción de glucoproteínas y eritrocitos.
Precauciones:
Las personas que padecen de enfermedades cardíacas latentes u overt, función renal deteriorada, hipertensión, epilepsia o migraña (o antecedentes de la presencia de estas condiciones) deben ser monitoreadas constantemente, ya que la testosterona puede causar retención de sodio y agua. Durante el período de tratamiento, se deben monitorear las funciones hepáticas. En pacientes con cáncer de mama, hipernefroma, metástasis óseas de cáncer de pulmón se controlará el nivel de calcio en sangre y orina. La administración de testosterona en adolescentes prepuberales debe ser realizada con precaución para evitar la cesación prematura del crecimiento y la pubertad.
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